domingo, 11 de febrero de 2018

COMENTARIO ELEISON N° DLII (552) - 10 de febrero de 2018

Comentarios Eleison por su Excelencia Richard Williamson

Defendiendo a Menzingen

Descendiendo desde arriba, la confusion reina,
Recen por el Papa y los obispos, antes de que mueran!

Gracias a las palabras y actos directamente anticatólicos de los últimos cinco años del actual ocupante de la Sede de Pedro, delincuencias a las que el Vaticano II abrió el camino, es menos comprensible que nunca que los sucesores de Monseñor Lefebvre sigan queriendo poner a la Fraternidad bajo control romano, pero en efecto lo hacen. ¿Atrae un capelo cardenalicio? ¿Se han cansado del combate? ¿Están desesperados por ser “reconocidos” por los Conciliares? ¿Realmente pueden pensar que el Arzobispo hubiera aprobado lo que están haciendo? Sólo Dios sabe. Lo que sea, los servidores de Menzingen siguen tratando de defender sus 20 años de caída desde la posición del Arzobispo. Aquí dos ejemplos recientes:
En primer lugar, para defender la política de Mons. Fellay de aceptar una prelatura personal de Roma, un sacerdote de la Fraternidad (http://fsspx.news/es/content/34804) parece pensar que tal prelatura garantizará a la Fraternidad la protección de los modernistas de Roma. Pero, ¿tendrá Roma el control de la prelatura o no? Si está en control, puede tomar su tiempo, como lo hizo con la Fraternidad San Pedro, pero usará lentamente su control para estrangular la Tradición dentro de la prelatura. Pensar lo contrario es simplemente no haber entendido quiénes son estos romanos. “Sólo los santos creen en el mal”, dijo Gustavo Corçao. El arzobispo llamó los romanos “anticristos”. Y si la prelatura no pone a los romanos en control, nunca la concederán de entrada.
Además, este sacerdote intenta desacreditar a los adversarios de la prelatura afirmando que ellos dicen que el Arzobispo cambió sus principios cuando rechazó el Protocolo de mayo de 1988. Esta afirmación es infundada. Como dice el propio sacerdote, el cambio del Arzobispo fue meramente prudencial, siguiendo a la demostración definitiva que los romanos dieron en las negociaciones del Protocolo de que no tenían intención de cuidar la Tradición, tal y como la Fraternidad y el Arzobispo entendían la Tradición. Mientras los romanos dieran cualquier signo de preocupación genuina por la Tradición, el Arzobispo era paciente y fue tan lejos como pudo para encontrarlos (de hecho, en el Protocolo llegó más allá de lo que debía, como admitió más tarde). Pero una vez que habían dejado claro que en realidad no tenían tal preocupación, entonces el Arzobispo fue inexorable – a partir de entonces la doctrina tomaría el lugar de la diplomacia, y los romanos tendrían que probar primero que todo que su doctrina era la de la Tradición Católica. Por parte del Arzobispo no hubo ningún cambio de principios, sino simplemente el reconocimiento final de que los romanos se dedican a la descristianización, y no a la re-cristianización, como escribió un mes después al Cardenal Ratzinger.
Asimismo, el blog Catholic Family News de noviembre del año pasado sirve a Menzingen. El blog es inteligente, especulando que el verdadero cebo y trampa de Roma para atrapar a la Fraternidad no tiene como objetivo la entrega total de la Fraternidad, sino su división y desintegración gradual (en realidad, Roma está logrando ambas cosas). De esta manera Roma hace repetidas ofertas seductoras, cada una de las cuales divide a los sacerdotes de la Fraternidad para que algunos se separen, mientras Menzingen levanta sus esperanzas, sólo para verlas frustradas por otra exigencia imposible de Roma. Y el juego continuará has ta que la Fraternidad se deshaga por completo. Por lo tanto, concluye CFN, la Fraternidad debe permanecer unida a toda costa, y ningún sacerdote de la Fraternidad debe desertar.
Pero, estimado CFN, ¿cómo construyó el arzobispo la Fraternidad en primer lugar? Ciertamente él también sufrió de divisiones y deserciones bajo sus órdenes. ¿Construyó él clamando por la unidad, unidad, unidad? ¡Ese fue el gran argumento de Roma contra el arzobispo! Su único gran argumento era la Fe, la Verdad, la Fe. ¡Suplicar como lo hacen ustedes por la unidad de la Fraternidad detrás de los Menzingen pro-Roma es pedir la destrucción de la Fraternidad! La unidad está siempre especificada por aquello en torno a lo cual uno debe unirse. Bajo la dirección del Arzobispo, estaba en torno a la Verdad Católica, que era toda la fuerza de la Fraternidad. Desde 2012 está en torno a Menzingen, que es la división y ruina de la Fraternidad actual.
¡Ánimo queridos lectores! “La verdad es poderosa y prevalecerá”, con o sin la Fraternidad San Pio X.
Kyrie eleison.